martes, 29 de setiembre de 2009

LA VERDAD Y LOS MEDIOS DE COMUNICACIÓN




Como bien lo dijo el eximio filósofo, Francis Bacón, “la verdad es hija del tiempo”; sin embargo, desde hace ya buen tiempo, hemos sido testigo de que ésta ha sido relegada por los medios de comunicación que pretenden falsear la realidad, vendiéndonos des-información por doquier, para que de esta manera, la sociedad vea en el gobierno a un buen guía, o, mejor aún, al aliado de la población, el cual está sumamente preocupado por sacarlo del subdesarrollo. Pero, felizmente, hay mucha gente que no se deja engañar por los mass media, analiza su alrededor y cae en cuentas de que quieren timarlos de una forma grosera.

Y, es ahí donde surge el “problema” –para el gobierno y sus lacayos, los medios de comunicación, claro está- el cual estriba en el malestar y el desconcierto de aquellas personas que reparan en que los han pretendido desinformar y por ello alzan su voz de protesta, y en una actitud contestaria, se agolpan en las calles para hacer sentir su reclamo. Eso fue lo que sucedió, por ejemplo, en el caso del famoso “Baguazo”, acaecido en el mes de junio del año en curso. Por esos días, la mayoría de los medios de prensa –si no todos- serviles a los gobiernos de turno, no escatimaron esfuerzos en señalar que la violencia provino exclusivamente de los nativos. No se cansaron de mostrar imágenes de los soldados muertos, probablemente ajusticiados, por los miembros de las comunidades afectadas con la írrita concesión de sus tierras. Todo ello con la unica finalidad de satanizar a los pueblos aborígenes y malquistar al resto de la población con quienes, no son otra cosa que –quiéranlo o no- peruanos como nosotros, vivan en la capital, sean de la costa, de la sierra o de la selva (como fue en este caso).

Y toda esta deleznable propaganda se debe, precisamente, a que la maquinaria del Estado opresor (los medios de comunicación, instrumento de alienación, por antonomasia) se ha encargado durante años de denostar cualquier tipo de actitud contestataria -aun cuando ésta sea legítima-, de convertir una actitud de disconformidad e indignación, en una acción subversiva, terrorista. Sin embargo, y fungiendo de abogados del diablo, digamos que el paquete de decretos inconstitucionales que fueron aprobados por ese entonces por el gobierno, por artes de birlibirloque hubieran llegado a aplicarse y que, efectivamente, se hubieran realizado las concesiones que tanto "beneficios" traen al país (cuando en realidad sólo benefician a los potentados de siempre y a la lacra gobiernista), ¿podría convencernos el gobierno, mediante pruebas palmarias de que las empresas cumplirían con aplicar todas las medidas de seguridad y saneamiento ambiental para evitar algún perjuicio a las tierras que colindan con el territorio que habitan las comunidades amazónicas? Pues yo puedo aseverarles que no. Y sencillamente porque las empresas que han venido al país sólo lo han hecho para enriquecerse a costa de la explotación de una mano de obra barata -tal como consta en las estadísticas de la OIT y de la CEPAL- y de la expoliación de recursos naturales, con la consecuente depredación de la naturaleza. Para muestra un botón, ¿ha aceptado gustosa la empresa minera DOE RUN adecuarse al PAMA, para evitar contaminar aún más con sus desechos tóxicos? Pues la respuesta es no. Es más, recientemente, la han “premiado” por contaminar con sus relaves y emisiones de gases tóxico, concediéndole un plazo ampliatorio para poder adecuarse al cumplimiento de los standares ambientales.

Lo penoso es que aún en el país hay mucha gente ignorante, algunos por el olvido del Estado, y otra que -es la más despreciable- permanece indolente ante los penosos hechos acaecidos en el país, porque, simplemente, eso no ocurre en su entorno, en su burbuja. El caso de Bagua es sólo un ejemplo ilustrativo de que somos un país fragmentado, sin visos de aspirar algún día a ser una nación -tal como lo describió hace más de tres décadas atrás el sociólogo Julio Cotler, quien por cierto, como muchos intelectuales, ahora permanece en el más deplorable mutismo-. Y todo ello en gran parte, por la decadencia de la verdad, de la honestidad, del bombardeo de falsa información de los medios de comunicación, de periodistas mercenarios que hipotecan sus conciencias, por dinero, aún cuando con ello pierdan la decencia, cualidad por la que todo ser humano no debe claudicar jamás.
Pero, como bien se señala en la dialéctica, todo mal entraña algo bueno, y esta situación nos ha llevado a descubrir que aún hay gente que piensa que la injusticia no debe imperar ni anquilosarse en el poder y eso nos deja un resquicio de esperanza, aun cuando se nos acuse de idealistas, sin embargo, nosotros secundamos lo mencionado por el insigne literato ruso, Fiodor Dostoievski: "Sin ideales no puede producirse ninguna realidad buena, sólo teniendo ansias de algo mejor, cabe que seamos mejor algún día". ¡Sigamos luchando desde la trinchera en que nos encontremos, y no claudiquemos jamás al ideal de luchar por la verdad y la decencia en el país!

1 comentario:

  1. Excelente!!! Si realmente cada persona hiciera lo que bien dice la frase del gran Fedor Dostoievski, definitivamente tendríamos mejores éxitos en la vida.
    Felicidades por su BLOG, gracias por instruirnos e ilustrarnos un poco mas cada día ;)

    ROMEL'S

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