jueves, 15 de agosto de 2013

LATIGAZO

Es difícil aceptar la realidad, máxime si uno repara en que las opiniones que tienen las personas hacia uno mismo carecen de sustento. Que si eres inteligente, noble, un hombre con "futuro promisorio".¡Puras pamplinas!
Jean Paul Sartre sostiene que el hombre es un ser inacabado, el cual va realizándose con el paso del tiempo.¡Vaya si eso no es verdad!.Uno no está seguro de quién es, por más que se vanaglorie de conocerse  a sí mismo.
Algunas veces he creído que hay quienes vamos construyendo nuestra identidad sobre la base de las opiniones de terceros, ya sean familiares, amigos o,simplemente, personas que se nos cruzaron alguna vez en el camino.
Pero, ¿qué ocurre cuando tal situación se hace realidad?, es decir, ¿qué acontece cuando uno no es, sino la simbiosis de un montón de opiniones vertidas por terceros, que, amalgamadas traen como resultado, una suerte de Frankeistein en el cual creemos reconocernos?
Pues sucede que, apenas tenemos un momento de reflexión, y descubrimos que no somos sino una farsa, una entelequia, deseamos descifrar quiénes somos en realidad o, mejor dicho, lo que queremos llegar a ser.
Deseamos recrearnos, pero no sabemos cómo hacerlo ya que carecemos de todo punto de partida, las únicas referencias que teníamos, quedaron descartadas por falsas. Tu existencia no era más que una impostura.
Sin embargo, aún nos queda una brizna de voluntad para revertir la penosa situación en la que estamos inmersos. Recurriendo a la soledad, el silencio, el ensimismamiento, hallamos una posibilidad de rescate. Aspiramos a convertirnos en héroes de nuestra propia y alicaída existencia. Para algunos será una tarea titánica, pero, mientras el "rescatado-rescatista" tenga ánimos de hacer algo por sí mismo,vale la pena el intento, aún cuando sea una victoria pírrica, ya que el dilema existencial es irresoluble y cíclico.
Quizá, siempre se requiera de una tercera persona para hacer una vida más llevadera,y, de esta manera, uno esté condenado en vivir a merced del eterno retorno de lo mismo.


lunes, 8 de julio de 2013

ALECCIONADORA


Una palabra dulce,meliflua,amable,
aquella de apariencia reconfortante,
no siempre es la más saludable.

Una mente lúcida,aguda,altisonante
me liberó de la inercia inexorable
la cual,erróneamente,creí vivificante.

"Es la palabra aguda,punzocortante
la que te liberará y no la afable".
Oir esto me pareció desconcertante,
y es que la Dialéctica es inexpugnable.

Aquella frase hosca e invalorable,
retumba a mis oídos lacerante,
cada vez que busco indesmayable
el consuelo de una palabra reconfortante.

domingo, 7 de julio de 2013

ELOCUENCIA

¡Shhhhhhhhhhhhhhhh!...(Silencio)
Ahora que ya dije todo lo que debía decir
Adiós.

lunes, 1 de julio de 2013

PENSAR

Pensar,ahora,se torna nocivo,
peligroso y hasta letal.
Y es que habemos quienes preferimos morir
antes que someternos al oprobio de la inactividad cerebral.
Pensar en algo,o en alguien, no es tan intrincado.
El problema es el pensamiento,lo pensado,
lo que gira en torno a el,en concreto: su materialización en los hechos.
Pensar es tan vital como respirar,
ergo,como evitar no hacerlo?
Pero hay quienes recomiendan lo hagamos
de manera entusiasta,halagüeña,positiva,
dizque,con la finalidad de no infligirnos daño.
Pensar de aquella forma,sin ambages,
se torna vil,deleznable.
Y es que a la luz de la cruda realidad,
el optimismo per se,sin cavilar,
no es,sino,sinónimo de inactividad cerebral.